martes, 10 de julio de 2012

LA CARACOLA

Existen lugares donde cada niño puede ser quien es o quien quiere ser, sin ser jugado sin ser presionado. Espacios preparados para el adecuado desarrollo psicomotriz y emocional del niño. Apoyado por un equipo con una visión profunda y respetuosa, observadores y acompañantes que dan el soporte para que suceda la magia.
Un claro ejemplo:

ambienteeducativolacaracola.blogspot.com.es/

domingo, 8 de julio de 2012

BEBÉS DESCALZOS, BEBÉS FELICES



¿Hay que calzar a los bebés que todavía no caminan? Un trabajo apunta que no sólo no es necesario, sino que además puede ser negativo para el desarrollo de su inteligencia.
Zapatitos pequeñitos, rosados, celestes, con brillos y piedras, o como las zapatillas de correr de papá… pero de 10 centímetros de largo. Todo indica que los escarpines que tejían las abuelas han pasado de moda: ahora, los negocios de ropa para bebés ofrecen todo tipo de opciones para calzar a los más chicos de la casa, aunque ellos todavía no puedan caminar. Pero, más allá de los estilos en auge, ¿es bueno calzar a los niños no andantes? Un trabajo indica que vestir a los bebés de pies a cabeza puede ser negativo para su desarrollo.
Durante los primeros meses de vida, cuando el cerebro se desarrolla a mayor velocidad, los pies son altamente sensibles y les sirven a los bebés para procesar información. El artículo “Podología preventiva: niños descalzos igual a niños más inteligentes”, elaborado por Isabel Gentil García, Profesora de la Escuela Universitaria de la Universidad Complutense de Madrid, justifica la necesidad de dejar descalzos a los niños no andantes. La autora sostiene que el movimiento físico y el estímulo sensorial del bebé a través de los pies descalzos es un factor de aceleración de la maduración, del desarrollo propioceptivo y del desarrollo intelectual del niño.
“Hemos presenciado cómo profesionales de la salud aconsejan calzar a niños de estas edades” –dice el artículo. Y continúa: “Hay otro sector de profesionales que entendemos que no sólo no es necesario calzar a los niños en esta etapa (exceptuando en ambientes fríos y con el fin de abrigar), sino que es perjudicial para su desarrollo”. Frente a la diversidad de criterios, Isabel Gentil García estudia los motivos científicos que aconsejan no calzar a los niños preandantes: fuentes bibliográficas relacionadas con el desarrollo psicomotor del niño, tratados de neurología y fisiología. También analiza diversas teorías sobre el desarrollo de la inteligencia en el niño, integrando conocimientos que se trataban de forma independiente y teniendo presente el concepto de ser biopsicosocial indivisible que somos los humanos.
Luego de su análisis, la autora nota que todas las teorías vistas “coinciden en que el desarrollo es fruto de una compleja interacción entre el ambiente y el organismo y que en el punto inicial del desarrollo de la inteligencia no existe una diferencia entre el yo y el mundo externo; se da todo en un bloque”. Y explica que el niño irá desarrollando progresivamente los conceptos de yo, de objeto, de espacio, de causa y de tiempo. Destaca además que uno de los factores ambientales que más interviene en su desarrollo es el propio cuerpo, ya que el conocimiento del mismo y saber diferenciarlo del resto del mundo es una noción mental fundamental para ir construyendo todas las demás.
A partir del tercer mes de vida aparece el interés por el propio cuerpo (que será lo primero que el niño explore). En ese momento el bebé comienza a mirarse las manos y así empieza a descubrir su cuerpo. “La imagen de sí mismo que construye el niño (es decir su identidad) tiene su origen en sus experiencias de todas las sensaciones táctiles, cinestésicas y visuales resultantes de la relación del niño con el mundo”, dice el artículo. O sea que el movimiento del propio cuerpo es fundamental para el desarrollo intelectual: “motricidad, sensibilidad y psiquismo están íntimamente unidos. Cuando el niño controla motriz y sensorialmente su cuerpo podrá aprehender y relacionar los elementos de su entorno, es decir seguir desarrollando su inteligencia”. Una característica principal del desarrollo cognitivo en la etapa del niño preandante es la superioridad de lo sensorial y lo motor sobre cualquier otro aspecto. Y el juego motor es predominante: el niño juega con sus pies y eso estimula su desarrollo, porque permite la maduración del sistema nervioso y favorece el control neuromuscular, el desarrollo intelectual y las habilidades sociales.
Como dijimos, los pies del recién nacido tienen una sensibilidad táctil mucho más fina que la de sus manos; esto se extiende hasta los 8 ó 9 meses de vida. Por ello, durante este primer tiempo el bebé utiliza los pies para informarse sobre el mundo exterior: toca con ellos todo lo que tiene a su alcance, los manipula y se los lleva a la boca. Ya cerca del año, el pie va perdiendo esta sensibilidad y se inicia otra más profunda: la sensibilidad propioceptiva (la que nos permite saber la posición y el movimiento de las distinas partes de nuestro cuerpo). Pero antes de empezar a caminar, el niño necesitó la información que recibió de las plantas de los pies y de las estructuras profundas (las articulaciones) para poder coordinar los movimientos y lograr el equilibrio.
¿Por qué es importante poder experimentar con los pies? Porque tomar con las manos los propios pies produce experiencias sobre los límites del propio cuerpo, nuevas sensaciones, y como consecuencia aumenta el desarrollo cognitivo. De esta forma, los pies descalzos y los pies llevados a la boca contribuyen a la madurez de la propiocepción y exterocepción (la percepción de los estímulos provenientes del exterior).
Es por eso que no debemos reprimir la sensibilidad táctil de los pies calzándolos, pues informan del mundo exterior, transmitiendo sensaciones de temperatura y texturas que favorecen el desarrollo del niño. En cambio, se debe cuidar y potenciar la libertad de los movimientos de los dedos y de los pies que a esta edad, como órgano táctil, se mueven mucho. El niño necesita tener la oportunidad de tener la planta del pie en contacto con superficies irregulares ya que esto estimula las sensaciones cinestésicas y los reflejos posturales: necesita el estímulo táctil, de presiones y de irregularidades del terreno para desarrollar la propiocepción, mejorar la posición de las articulaciones y reforzar la musculatura.
La autora concluye que en esta etapa el calzado no tiene justificación de ser usado, ya que el calzado impide recibir sensaciones y añade un peso excesivo a los pies impidiendo el movimiento, y además puede causar lesiones. Bajo esta luz, el movimiento de autodefensa que utilizan los niños de descalzarse en cuanto pueden adquiere un mayor significado que el que antes interpretábamos. El trabajo finaliza: “No debemos poner impedimentos al desarrollo propioceptivo, neuromuscular e intelectual del niño encerrando sus pies en un calzado que no necesita. Al contrario, se deberá estimular a los niños a disfrutar de su cuerpo y de su motricidad con los pies descalzos”.
Una prenda menos para tener en cuenta a la hora de vestir a nuestros pequeños, que redundará en muchos más beneficios para ellos. Tan sólo cuando las temperaturas son muy bajas, puede ser preciso proteger sus piececitos del frío; en este caso, conviene procurar que lo que le pongamos en los pies reproduzca tan fielmente como sea posible las condiciones del pie descalzo: unos zapatitos blandos, flexibles, o unos buenos calcetines de lana, seguramente podrán cumplir esta función. 

Por Cecilia Galli Guevara

Desde: http://www.crianzanatural.com/art/art160.html
Desde: http://revistas.ucm.es/index.php/RICP/article/view/RICP0707120027A/18634 

domingo, 20 de mayo de 2012

REFLEJO ESPINAL DE GALANT


Cuando el bebé está tumbado boca abajo y estimulamos con el tacto la parte baja de su espalda, la cadera del lado estimulado girará hacia ese mismo lado. Esta reacción deberá darse en ambos lados de la espalda hasta los dos años de edad.

Entre otras, su función principal es desarrollar el sentido vestibular y ayudar al niño a pasar por el canal del parto, pero si se mantiene activo después de los dos años, cualquier roce en la zona lumbar hará que el niño gire su cadera en esa dirección.

Puede provocar problemas en el control de esfínteres e impedirá que el niño pueda permanecer sentado quieto en una silla durante mucho rato. El mismo contacto con la silla puede activar el reflejo dándonos la impresión de que el niño es hiperactivo por no parar quieto en clase. Es el niño que “baila” constantemente sentado en la silla.

La ropa en la cintura como pantalones o cinturones pueden llegar a ser motivo de irritación. Y la concentración y atención se verán afectadas por esta situación de constante molestia en el niño.

Provoca torpeza en la parte inferior del cuerpo y problemas de espalda.



Rosina Uriarte
Desde: http://estimulaciontemprana.fullblog.com.ar/

REFLEJO TÓNICO ASIMÉTRICO CERVICAL (RTAC)


Este reflejo hace que el bebé, estando tumbado boca arriba, extienda el brazo y la pierna del lado hacia el que gira su cabeza. El brazo y la pierna del lado contrario se mantienen flexionados. También se denomina a este reflejo “de espadachín” porque la postura del niño lo recuerda.

Antes del nacimiento hace que el bebé esté en constante movimiento y es causante de las “pataditas”. Desarrolla en el feto su tono muscular y su sentido del equilibrio. Ayuda al bebé a nacer y el parto, a su vez, hace que se refuerce este reflejo y su evolución sea la correcta (existe riesgo de que no sea así en casos de cesárea o parto asistido por fórceps).

Este reflejo aumenta el tono muscular del recién nacido a través del movimiento que provoca en éste, y le impide mantener la cabeza hacia el colchón cuando está acostado boca abajo haciendo que gire la cabeza hacia un lado y pueda siempre respirar fácilmente.

Ofrece las primeras experiencias del bebé en su coordinación óculo-manual puesto que el niño mira la mano que extiende.

El RTAC hace que el cuerpo actúe en sus dos mitades simétricas, activa un lado del cuerpo o activa el otro. Esta es la razón principal por la que este reflejo debe madurar e inhibirse a los seis meses, pues el cuerpo del niño y su cerebro deben empezar a funcionar conjuntamente como una unidad. Mientras el RTAC esté activo, las dos mitades del cuerpo actuarán por separado, como si existiese una línea divisoria invisible entre ambas.

Un RTAC activo impedirá, por ejemplo, que el niño se arrastre y gatee en patrón cruzado (el brazo derecho se mueve a la vez que la pierna izquierda y viceversa), perdiéndose así la oportunidad que ofrecen estos dos ejercicios de desarrollar la comunicación entre ambos hemisferios, que tan necesaria resulta posteriormente, entre otras cosas, para poder leer y escribir con eficacia.

Dificultará en el niño el cruce de la línea media de su cuerpo, por lo que no podrá coger y manipular objetos con una mano y pasárselos a la otra. A la larga incidirá en una mala lateralización impidiendo que el niño se desarrolle como totalmente diestro o totalmente zurdo. Un hecho que de nuevo, incidirá en la lectoescritura y en cómo concibe y se mueve el niño en el espacio que le rodea. Éste puede mostrarse torpe y patoso tanto en el movimiento como en sus tareas escolares.

Los movimientos oculares también se verán afectados por la imposibilidad de cruzar la línea media y no habrá un ojo dominante que dirija estos movimientos para que el seguimiento de un objeto móvil o la lectura de una línea escrita se realicen con fluidez.

En el aula, al niño con RTAC activo le costará mucho esfuerzo escribir pues cada vez que gire su cabeza hacia el lado derecho, si es diestro, su brazo derecho tenderá a extenderse y su mano a abrirse, con lo que es posible que el lápiz se le caiga una y otra vez de la mano. Para evitarlo tendrá que realizar un esfuerzo adicional, agarrando incorrectamente el lápiz o realizando una presión excesiva al escribir. Esto supondrá un trabajo de escritura que no llegará a automatizar y que requerirá gran parte de su energía y atención, por lo que no podrá centrarse en la comprensión de lo que escribe o en la calidad de una redacción.

Para compensar este reflejo, es probable que gire la hoja 90º cuando escribe, de esta forma puede hacerlo con el brazo más extendido y además, evita tener que cruzar la línea media corporal al escribir.

El RTAC afecta de varias maneras las destrezas para leer y escribir, hasta el punto de poder afirmarse que este reflejo prácticamente nunca está integrado en los niños que padecen dislexia.

El reflejo tónico simétrico cervical (RTSC) puede tener también serias consecuencias en el aprendizaje del niño. Este reflejo aparece sobre los seis meses de vida, por lo que no es exactamente un reflejo primitivo. Tampoco es un reflejo postural pues dura tan sólo unos pocos meses antes de inhibirse. Hace que el niño se ponga sobre sus cuatro apoyos de manos y rodillas tras haberse arrastrado. Cuando la cabeza se flexiona, los brazos también lo hacen y las piernas se extienden. Por el contrario, al extender la cabeza hacia atrás, los brazos se estiran y las piernas se doblan. Así el niño realiza el característico balanceo hacia delante y atrás antes de soltarse a gatear. Este reflejo tiene el objetivo de preparar al niño para el gateo y desaparece cuando éste se hace presente.

Cuando el niño se salta la etapa del gateo, es muy probable que este reflejo siga presente. Y cuando lo está y no se llega a integrar, al niño le resultará muy difícil gatear. En lugar de hacerlo en patrón cruzado, como sería de desear, es posible que culee, que se desplace sobre manos y pies en lugar de apoyar sus rodillas, o que pase de estar sentado a ponerse de pie directamente.

El RTSC tiene una gran incidencia en el desarrollo visual, por lo que los niños con este reflejo activo suelen sufrir de un deficiente sistema visual con una pobre visión binocular, y problemas para enfocar a diferentes distancias. Esto dificultará las tareas de lectoescritura.

Serán además, niños torpes, con problemas para coordinar sus movimientos y el trabajo conjunto del ojo y la mano.

El RTSC está presente en un gran porcentaje de niños con dificultades de aprendizaje y déficit de atención con o sin hiperactividad.

De nuevo la falta de control postural será evidente en la manera en que el niño se sienta en clase. El niño con RTSC activo es aquel que se “tumba” en la silla estirando las piernas, o se tumba sobre el libro, engancha las piernas alrededor de las patas de la silla, se pone de rodillas sobre la misma o sentado sobre sus piernas dobladas… También puede trabajar de pie… Si este reflejo sigue presente junto al RTAC, como suele ser frecuente, entonces tenemos más posibilidades de que a este niño se le diagnostique una hiperactividad.


Rosina Uriarte
Desde: http://estimulaciontemprana.fullblog.com.ar/

EL REFLEJO DEL MORO

El reflejo de Moro es el que hace que repentinamente el bebé abra sus brazos mientras inhala aire y después se abrace llorando ante un movimiento, un ruido o cualquier otro estímulo inesperado.

Su función es la de alertar y pedir ayuda ante una situación de peligro y facilita al niño el respirar tras el nacimiento.

Conforme van madurando los sistemas sensoriales en el niño, el reflejo de Moro debe ir debilitándose. Si este reflejo sigue presente después de los cuatro meses de edad, más o menos, puede llevar a que el niño muestre una reacción de sobresalto desmedida y hará de él un niño siempre en estado de alerta, hipersensible en alguno o todos los sentidos y por ello mostrándose miedoso y retraído o por el contrario, hiperactivo y agresivo.

Puede tratarse de un niño muy sensible a la luz y a estímulos visuales, que le asustan. Que perciba de una forma ampliada los sonidos, lo cual no le permita relajarse en un entorno ruidoso. Que interprete el tacto o el dolor de una forma distorsionada con reacciones desmedidas o totalmente ausentes…Podría ser muy impresionable ante el movimiento y no atreverse con los columpios del parque…

La hipersensibilidad sensorial puede derivar en problemas visuales y auditivos que incidan en la capacidad de atención y el rendimiento del niño en la escuela. La hipersensorialidad también puede afectar seriamente la relación del niño con sus iguales y su comportamiento debido a que la forma que tiene de interpretar lo que le rodea y de reaccionar ante ello es inadecuada.

El estrés es un reconocido enemigo del sistema inmunitario por lo que el niño puede mostrar infecciones frecuentes y alergias o intolerancias alimentarias.

Rosina Uriarte
Desde: http://estimulaciontemprana.fullblog.com.ar/

REFLEJOS PRIMITIVOS



Los reflejos primitivos son movimientos automáticos estereotipados con los que nacen los niños. Tienen el objetivo de hacer que se desarrolle adecuadamente el feto en el útero, ayudarle a atravesar el canal del parto en el nacimiento y a sobrevivir y adaptarse a su nuevo entorno una vez que ha nacido.

Los reflejos primitivos son evaluados por el neonatólogo tras el parto y es deseable que estén todos presentes como garantía de que el bebé está neurológicamente en condiciones óptimas.

Estos reflejos dejan de estar activos en el primer año de vida dando paso a patrones más evolucionados del desarrollo. De hecho, tienen el cometido de hacer que el niño pase de un estadio del desarrollo al siguiente inhibiéndose una vez completada su labor. Cuando no es así, la presencia de estos reflejos será indicio de que existe una inmadurez del sistema nervioso central y afectarán al desarrollo y funcionamiento del niño en muchas y diferentes áreas.

Es muy probable que un gran porcentaje de niños con retrasos en su desarrollo y dificultades de aprendizaje sigan teniendo alguno, o varios, de los reflejos primarios aún activos. Estos impiden que maduren los reflejos posturales necesarios para poder mantener el equilibrio y una postura correcta en cada momento (los reflejos posturales existen de por vida y nos permiten movernos automáticamente). Los reflejos primitivos no inhibidos provocarán en el niño inquietud motora, malas posturas y cambios en la misma constantes al tener que mantenerse sentado en el aula, lo que llevará a los adultos a catalogarlo como “hiperactivo”. Esta misma falta de control postural derivará posiblemente en problemas en su capacidad de atención y en el rendimiento escolar a todos los niveles.

Si existen reflejos primitivos residuales puede saberse tras una evaluación y puede tratarse con un programa de estimulación e inhibición de reflejos. Debemos estar atentos a señales de que existan reflejos primitivos activos para poder actuar cuanto antes.


Rosina Uriarte
Desde: http://estimulaciontemprana.fullblog.com.ar/

PRACTICAS DESACONSEJADAS: SENTAR AL BEBÉ


En condiciones normales el bebé aprende a sentarse por sí solo y a gatear casi al mismo tiempo (entre los 8-10 meses). Que uno sea antes o después que el otro no es importante, aunque ambas ocurren después de que éste sepa girarse de boca arriba a boca abajo (y viceversa); algunos también se arrastran o al menos giran sobre su ombligo (como si describiesen un círculo en el suelo).

¿Y cuáles son esas “condiciones normales” que hacen que nuestro bebé desarrolle su motricidad de forma fisiológica y armónica? Según la pediatra húngara Emmi Pikler: dejarles una completa libertad de movimiento, la cual queda asegurada por: ropa adecuada, espacio suficiente, ausencia de adiestramiento por parte del adulto y de prohibiciones y/o limitaciones(siempre que no supongan un peligro real para su integridad física).

No es lo mismo sentar al bebé a que éste se siente por sí solo. La práctica común entre los padres es sentarlo (cuando aún no lo hace por sí solo) apoyado en el sofá o rodeado de cojines para que no se vuelque. Su espalda sufre al estar colocado en una posición que su musculatura dorsal no puede soportar; es obligado a estar en una postura que no ha alcanzado por su propia voluntad y evolución por lo que su movilidad se encuentra reducida; necesita de la intervención de un adulto ya que se encuentra "clavado en un sitio", inmovilizado, reducido a una misma postura.

Erróneamente podemos pensar que para que un bebé aprenda a sentarse es necesario que lo sentemos. Nada más lejos de la realidad. Éste aprende a hacerlo por sí mismo si le dejamos la mayor parte de su tiempo sobre una superficie amplia (un suelo acolchado, por ejemplo), tendido boca arriba, con algunos juguetes interesantes a su alrededor: practicará infinidad de movimientos hasta ser capaz de voltearse, rodar, arrastrarse, sentarse, gatear, ponerse de pie y andar. Y entre cada uno de estos hitos necesitará ejercitar otra infinidad de movimientos que sólo serán posibles si se lo permitimos, si no lo colocamos en posturas inestables, si no limitamos su movilidad a espacios reducidos como hamaquitas, carritos de paseo, parquecitos, taca-tacas.



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domingo, 11 de marzo de 2012

EL SENTIDO TÁCTIL


Los Sistemas Sensoriales Desconocidos

El Sentido Táctil


El sentido del tacto ( o la percepción táctil ) es uno de los más importantes sentidos y quizá el más conocido de los tres sistemas sensoriales básicos.


Inicia su desarrollo muy tempranamente después de la concepción y esta completamente activo mucho antes de que el bebe nazca. Al igual que los otros sentidos juega un importante papel en la integración sensorial, trabaja para darnos información acerca de muchas cosas “sin que las veamos” y así nos ayuda a desarrollar destrezas, a sentirnos más confortables y a estar tranquilos en muchas situaciones. Los bebes “aprehenden” el mundo a través del sentido del tacto. Cuando ellos levantan y se meten los objetos en la boca están usando el sentido del tacto para explorar acerca de la forma, la textura y el tamaño de las cosas. Esta es la primera ocasión en la que aprenden acerca de la diferencia entre grande y pequeño, redondo y cuadrado.


Si nuestro sentido del tacto falla en la discriminación de las sensaciones, no es muy especifico, o no brinda una información clara y consistente acerca de los objetos o las personas , entonces tendremos muchas dificultades para entender estas diferencias de manera visual o cognitivamente.


Las manos, los pies y la boca son las áreas más sensibles de nuestro cuerpo porque ellas tienen muchas células que responden al tacto, dependemos de la información táctil de estas áreas para llegar a desarrollar la mayoría de las destrezas manuales.


El Tacto como un retroalimentador


Pensemos en lo difícil que resulta realizar algunas actividades con unos guantes puestos en las manos, los músculos responden de igual manera pero la retroalimentación del sentido táctil se encuentra reducida. Pensemos ahora en las complicadas tareas que realizamos mediante el uso del sentido del tacto, sin ayuda visual: encontrar una moneda en el bolsillo, abotonarnos una camisa por detrás, subir el cierre, peinarnos, encontrar una llave y abrir la puerta, encontrar un juguete en una canasta llena de objetos.


El Tacto en la Interacción


Los niños y aún los adultos, que presentan inmadurez en el desarrollo del sistema táctil rechazan el contacto con algunos objetos y personas incluidas las más cercanas. En ocasiones responden bruscamente cuando se les toca por sorpresa o cuando se les tocan algunas partes del cuerpo, especialmente la cabeza, la cara y los brazos. En la escuela estos niños se mantienen alejados de las aglomeraciones, no les gusta hacer fila o cualquier otro tipo de formación en donde los compañeros están muy cercanos, ante una caricia pueden responder con mal genio e incluso agredir a quien lo toca.


Rechazan algunas prendas de vestir, sobre todo si estas son nuevas (aman profundamente su ropa y sus zapatos viejos), es difícil que acepten algunos alimentos. En el salón de clases es difícil que permanezcan sentados por un tiempo largo si los pupitres tienen una textura que experimentan como desagradable... prefieren estar descalzos y ante las visitas se muestran huraños, hoscos y a la defensiva. En la escuela se les señala como hiperactivos o hipoactivos, están en los dos extremos del nivel de actividad, les cuesta prestar atención, escribir, colorear, pegar, ensuciarse...

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LA PROPIOCEPCIÓN



Los Sistemas Sensoriales Desconocidos

La Propiocepción


Así como nuestros ojos y oídos envían información al cerebro de lo que vemos y escuchamos, de la misma manera los músculos y articulaciones sienten la posición del cuerpo y también envían estos mensajes al cerebro. Dependemos de esta información para conocer de manera inconsciente, donde está con exactitud, cada parte del cuerpo y planear los movimientos.


Cuando nuestro sentido propioceptivo trabaja bien, realizamos continuos ajustes automáticos en nuestra posición. Este sentido ayuda a estar sentados en una posición optima, a sostener utensilios tales como el lápiz o el tenedor de una forma correcta. Juzga como maniobramos en el espacio para que no choquemos con las cosas. A que distancia estamos de las personas. Que tanto presión hacer para agarrar el lápiz o los juguetes. Cambiar los movimientos cuando no son exitosos, por ejemplo al driblar un balón o ajustar un lanzamiento para dar en el blanco.


Así como la propiocepción nos ayuda en estas funciones básicas, un problema en este sistema puede causar una gran cantidad de dificultades que frecuentemente pasan en el niño que no presta atención a las cosas. Él puede estar usando la visión para compensar y hacer los ajustes, pero esto le demanda una gran cantidad de energía. El niño puede sentirse torpe, frustrado y temeroso en algunas situaciones. Por ejemplo el niño podría sentir pánico de bajar escaleras si el no esta seguro de donde está su pie.


El SP es activado a través de tensión /relajación, brincar y actividades que involucran sensación de peso y presión profunda o tacto firme. Esta clase de sensaciones frecuentemente calman y pueden ayudar al niño a auto organizarse.

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EL SISTEMA VESTIBULAR


Los Sistemas Sensoriales Desconocidos


El Sistema Vestibular


Este sistema se desarrolla pocas semanas después de la concepción y juega un rol primordial en el desarrollo temprano de los niños, es probablemente, uno de los más importantes sentidos de nuestra evolución ancestral.


Nuestro sistema vestibular es el sentido del movimiento y la gravedad. Es através de él que desarrollamos las relaciones con la tierra, las relaciones espaciales y temporales. La información que recibimos y procesamos de este sentido es básica para cada una de las cosas que hacemos. Imaginemos entonces, lo que puede pasar cuando no usamos o no disponemos de esta información de manera correcta. Ayres dijo, “el sistema vestibular es el sistema unificador, todos los otros tipos de sensaciones son procesadas en referencia a la información vestibular. La actividad del sistema vestibular nos proporciona un marco de referencia para los otros aspectos de nuestra experiencia vital”(1979).


El sistema vestibular se localiza en el oído interno y lo conforman los canales semicirculares y el utriculo y sáculo.


Una función fundamental del sistema vestibular es permitirnos la coordinación de los movimientos de los ojos y la cabeza. También ayuda en el desarrollo y mantenimiento del tono muscular que permite desarrollar, asumir y mantener las posiciones corporales, ayuda a mantener la cabeza y el cuerpo erguido, por esto muchos niños con problemas vestibulares se acuestan en el pupitre, sostienen la cabeza entre las manos y su cuerpo en general luce desmañado y sin fuerza.


El balance y el equilibrio están íntimamente influenciados por el SV. La habilidad para coordinar ambos lados del cuerpo ( necesario para montar bicicleta, patinar o cortar con tijeras ) requieren de una buena función vestibular. Finalmente algunos aspectos del lenguaje están relacionados con la manera como este sistema procesa la información.


Estas funciones del SV ayudan a entender porque varios estudios han mostrado que más de la mitad de los niños con desordenes de aprendizaje muestran signos de disfunción vestibular aunque frecuentemente estos se encuentran encubiertos o se confunden con los síntomas.

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LA INTEGRACIÓN SENSIORAL ES LA ORGANIZACIÓN DE..


La integración sensorial es la organización de las sensaciones para producir conductas adaptativas y aprendizajes. Permite el adecuado funcionamiento del cerebro y del cuerpo. Es el más importante de los procesos sensoriales realizados por el cerebro.


La integración sensorial se realiza en las áreas sensoriales del cerebro a partir de la información que constantemente llega a él procedente de cada una de las partes de nuestro cuerpo y el medio ambiente gracias a la función de los sentidos sensoriales ubicados fuera del cerebro. Las sensaciones son corrientes de estímulos eléctricos que al igual que los estímulos químicos se convierten en impulsos nerviosos que se transmite de neurona a neurona hasta formar una
cadena ascendente que va desde el órgano sensorial hasta diferentes zonas del cerebro.


Los órganos sensoriales captan fragmentos de información que luego deben integrarse para que se vuelvan significativos, es decir, se convierta en percepciones organizadas e inteligibles. Para que esto ocurra, diferentes estructuras cerebrales trabajan en equipo localizando, clasificando y organizando el influjo sensorial. Este trabajo solo es posible cuando la información que asciende hasta estas estructuras llega de manera organizada, de lo contrario es desechada pues su lectura o decodificación se hace imposible.


La integración sensorial junta todas las partes en un todo asociado, coherente y con sentido. Imaginemos el hecho de pelar y comer una manzana sentimos a través de la nariz, los ojos, la boca, las manos, los dedos y también de los músculos y articulaciones dentro de los dedos, manos, brazos, boca. ¿ Cómo sabemos que es una manzana? Qué es lo que posibilita a las manos y dedos actuar simultánea y coordinadamente? Todas las sensaciones provenientes del contacto con la manzana se organizan e integran en el cerebro, y es esto nos permite experimentar la manzana como un todo y usar manos y dedos coordinadamente. Al tocar la manzana todas las sensaciones se juntan y le permite al cerebro conocer que la manzana es ovalada, seca por fuera, húmeda y jugosa por dentro. Las sensaciones enviadas por el olfato nos indican que tiene un olor cítrico y el sentido del gusto nos permite conocer que su sabor es agridulce.


El proceso de integración sensorial se inicia en el útero, cuando el bebe “siente” los movimientos del cuerpo de la madre. Una enorme cantidad de integración sensorial debe ocurrir y desarrollarse para que el niño aprenda a moverse, gatear y caminar en el primer año de vida. Los juegos de la niñez permiten mucha integración sensorial ya que el niño organiza las sensaciones de su cuerpo y la gravedad actuando sobre él, así como la visión y la audición. Leer requiere integraciones sensoriales muy complejas de las sensaciones provenientes de los ojos, los músculos de los ojos y el cuello, y de los órganos especiales ubicados en el oído interno. Los bailarines y gimnastas desarrollan una buena integración de las sensaciones del cuerpo y la gravedad para que sus movimientos sean elegantes. Los artistas y artesanos dependen de la integración de las sensaciones de sus ojos y manos. Las personas calmadas y felices, usualmente son aquellas que tienen una buena integración de su sistema nervioso central. La mayoría de nosotros funcionamos en un nivel promedio de integración sensorial.


Los genes de la especie humana nos dotan de una capacidad básica para lograr la integración sensorial, si bien cada niño nace con este potencial, debe desarrollarlo interactuando con múltiples objetos y adaptando su cuerpo y cerebro a los cambios físicos, comunicativos y emocionales que ocurren en la infancia El procesamiento sensorial que tiene lugar al moverse, hablar y jugar es primordial para que se dé el procesamiento sensorial más complejo y necesario para aprender a leer, escribir y adaptarse a las demandas en la interacción familiar y escolar / social.


El mayor grado de integración sensorial se logra durante las respuestas adaptativas, las cuales son el resultado de experiencias sensoriales con un propósito. Por ejemplo, un bebé ve un cascabel y trata de agarrarlo, agarrar se convierte en una respuesta adaptativa. Si el niño solo agita las manos y no alcanza el cascabel no produce una respuesta adaptativa. Si ve un juguete lejos de su alcance y gatea para alcanzarlo gatear se convierte en una respuesta adaptativa más elaborada que el estirar los brazos para alcanzarlo. En una respuesta adaptativa desarrollamos una habilidad y siempre aprendemos algo nuevo. Al mismo tiempo, la elaboración de respuestas adaptativas ayuda al cerebro a desarrollarse y autoorganizarse. La mayoría de los adultos miran el juego como algo simple. Sin embargo, el juego consiste de respuestas adaptativas que hacen posible la integración sensorial. Un niño que aprende a organizar su juego, sabrá también como responder a su trabajo escolar y será un adulto más organizado.


Hasta los siete años de edad, el cerebro es primordialmente una máquina de procesamiento sensorial, esto significa que siente las cosas y aprende su significado directamente de las sensaciones. Un niño no tiene muchos pensamientos o conceptos acerca de las cosas, él aprende de las sensaciones que ellas producen y del movimiento de su cuerpo con relación a estas sensaciones. Sus respuestas adaptativas son más de tipo muscular o motoras, que mentales.


Por esto los primeros siete años de vida son llamados los años del desarrollo sensoriomotor. A medida que el niño crece muchas de sus respuestas y actividades motoras se ven reemplazadas por comportamientos más elaborados, pero en la base esta un adecuado desarrollo sensoriomotor.


Antes de aprender a leer el niño debe haber logrado una adecuada maduración de los sistemas sensoriales básicos y de las áreas de integración sensorial, debido a que esta acción requiere de un complejo procesamiento de sensaciones provenientes de los ojos, los músculos oculares, del cuello y del sistema vestibular que se encuentran en el oído interno, es una necedad someter a los niños a largas sesiones de ejercicios de pre-lectura con la esperanza de que aprendan a leer, o a llenar hojas con planas de escritura, para enseñarle a escribir (muchas guarderías disfrazan esta actividad con seudo-juegos... ) pelotas cuando ellos aún no están listos para hacer esto de manera natural y eficiente, en su lugar deberíamos permitirles más tiempo para el juego libre y dirigido.


Cuando la capacidad de integración sensorial del cerebro es suficiente para hacerle frente a las demandas del medio ambiente, el niño logra responder eficiente, creativa y satisfactoriamente, al suceder esto el niño se divierte, obtiene seguridad en sí mismo y es feliz.


El ser humano esta diseñado para disfrutar y obtener placer y gratificación de todo lo que promueve el desarrollo de su cerebro, (la orientación primaria del ser humano es hacia el placer) por eso de forma natural buscamos las sensaciones que nos ayudan a lograrlo.

Desde http://www.agapasm.com.br/Artigos/Integracion%20sensorial.pdf



PROCESO NEUROLÓGICO


La integración sensorial es un proceso neurológico en el que el sistema nervioso central recibe información que proviene del cuerpo (sonidos, luz, objetos, texturas, etc.), la organiza, la integra con otros estimulantes y produce una respuesta apropiada a cada sensación, permitiendo así la recuperación efectiva de una variedad de ocupaciones. Nuestros sistemas sensoriales (táctil, auditivo, visual, propioceptivo y vestibular) son los encargados de transmitir estas sensaciones al sistema nervioso central. La interacción constante de un individuo con su medio ambiente crece en complejidad creando una base sobre la cual se desarrollan nuevas destrezas de desarrollo (motoras, cognitivas, social-emocionales, de interacción, sociales, etc.).

Cuando el sistema nervioso central no registra información, la registra de manera desproporcionada (híper-respuesta) o no puede discriminarla, altera nuestra capacidad de responder efectivamente a la actividad que afecta nuestras destrezas, como vestirse, comer, escribir, participar en clases, auto-regular emociones, relacionarse con otros niños, hablar y coordinar movimientos entre otras.

Importancia de la identificación temprana

Lo importante es identificar si los problemas que se están presentando en el niño están afectando su capacidad de aprender o desarrollarse. En ese momento es importante buscar ayuda para poder identificar cuáles son los aspectos que están limitando el progreso del niño y proporcionar el apoyo que él o ella necesita.

Si el niño no recibe ayuda a tiempo, esto con frecuencia puede afectar su autoestima, o los niños tienden a retirarse y aislarse del ambiente que los rodea, o tienden a desarrollar otras maneras de ganar control. Podrían desarrollar una conducta desajustada – una conducta de oposición o agresiva.


Publicado en Los Niños en su Casa

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA INTEGRACIÓN SENSORIAL?


¿Has oído hablar alguna vez de las dificultades de procesamiento sensorial? ¿Conoces la integración sensorial?


En los últimos años, continuamente se está hablando de la importancia que tiene para los niños: jugar, explorar, moverse, experimentar, etc. Todo esto tiene una relación directa con los sistemas sensoriales: tocar, moverse, saltar, girar, escuchar, mirar, oler, probar, etc.


Cuando los sistemas sensoriales funcionan correctamente, el cerebro de los niños se nutre de todos los estímulos que recibe, y cada vez va madurando más y mejor. Por ello se considera tan importante que los niños jueguen y experimenten sensaciones con su cuerpo, porque de esta manera alimentan su sistema nervioso de estímulos de movimiento, corporales, visuales, auditivos y táctiles.

Pero no siempre es tan sencillo... Hay un 15% de los niños que presentan lo que llamamos dificultades de integración sensorial, y eso impide que su cerebro pueda nutrirse correctamente de los estímulos sensoriales.


Seguro que todos vosotros conocéis a un niño que siempre se está moviendo, o que a menudo se cae al suelo, u otro niño que siempre está oliendo y / o tocando los objetos y las personas, otro niño que se muestra muy lento y pasivo , otro que se muestra irritable ante los cambios, que se altera mucho en entornos con estímulos (fiestas de cumpleaños, centros comerciales, el rato del patio escuela, etc.), un niño que tiene muchos miedos (se tapa los oídos con los ruidos, le molesta la luz, le dan miedo las novedades), un niño a quien no le gusta que lo toquen ni tolera ensuciarse, un niño que no es consciente del peligro ni el dolor.


Os habéis parado a pensar a qué se deben estas dificultades, y qué consecuencias tienen en el desarrollo? Vamos a responder a estas dos preguntas.


1) ¿A qué son debidas? A que el sistema nervioso del niño, no es capaz de procesar correctamente las informaciones sensoriales que recibe, por lo que no regula la intensidad de sus reacciones (demasiado explosivas, demasiado lentas, falta de reacción, busca exagerada, etc.).
El niño recibe el estímulo sensorial, pero su cerebro no sabe regular la intensidad con la que lo ha recibido, y no puede organizar una respuesta adaptada a esa información, ni puede aprovechar correctamente estos estímulos, para nutrirse y madurar a la velocidad deseada.


2) ¿Qué consecuencias tienen? Como el niño no es capaz de aprovechar correctamente esa información sensorial que ha recibido, observamos una o dos consecuencias básicas:


- Afectación de las respuestas y reacciones del niño: que puede ser despistado, muy movido, muy pasivo o lento, muy miedoso, muy explosivo, muy buscador, muy descontrolado, muy llorón, muy cerrado, no puede estar atento, etc.


- Afectación del aprendizaje: descoordinación motriz, se cae mucho al suelo, descontrola la fuerza, dificultades de motricidad fina, alteración en las habilidades de juego y de interacción social, retraso en el lenguaje, dificultades de aprendizaje cognitivo, retraso en la lecto-escritura, inmadurez general global, etc.


Podemos observar una o más de estas características, dependiendo del nivel de disfunción del niño, que puede tener un buen aprendizaje pero presentar dificultades motrices, o tener un buen desarrollo motriz y ser muy movido. Hay muchas combinaciones posibles.

Los niños con disfunción en la integración sensorial no se habitúan a las hipersensibilidades, ni regularizan por sí solos las afectaciones en el registro sensorial, en la conducta, en la concentración o el aprendizaje. Estos niño se benefician muy positivamente de una doble intervención, mediante la terapia de integración sensorial, y mediante una buena comprensión de sus dificultades por parte de la familia y de la escuela.

Publicado en el Boletín Informativo del centro de Estimulación Infantil de Barcelona CEIB


Bàrbara Viader Vidal
Directora del Centro de Estimulación Infantil de Barcelona